Un día como hoy en sonora pasó algo digno de ser recordado

Espacio dedicado a la historia de Sonora, la reflexión de nuestro pasado, el entendimiento de nuestro presente y la construcción de nuestro futuro.
Todos los textos son autoría de Mirinda GD.

<<La patria ha sido mutilada, pero sigue siendo robusta>>

Discurso del general José Urrea al tomar el gobierno de Sonora en 1842, tratando de consolar a los sonorenses y explicarles por qué se perdió el territorio de Texas, donde él combatió.

Alejandro Carrillo Marcor

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Esta es la historia de un gobernador que pasó su juventud en Japón, Inglaterra y Estados Unidos. Me atrevo a decir que Alejandro Carrillo Marcor es hasta la fecha la persona más ilustrada que ha gobernado Sonora, pues de todos nuestros gobernadores, es el que tenía mejor conocimiento de la política, arte, cultura, historia, sindicalismo, idiomas, ideologías, derecho internacional, educación, historia militar, oratoria y muchos otros temas. Era uno de esos hombres con los que se podía hablar casi de cualquier cosa.

Nació en Hermosillo en 1908, por lo tanto es de los escasos cuatro hermosillenses que han sido gobernadores (de los cuales cabe aclarar que sólo uno fue gobernador electo). Su padre era Alejandro Carrillo Peralta y su madre María Luisa Marcor, prima hermana del prominente revolucionario Adolfo de la Huerta Marcor. Cursó sus estudios básicos en el Colegio Sonora y después en la escuela del profesor Heriberto Aja. Cuando tenía quince años, su padre fue nombrado cónsul en Japón, momento en que trasladó su vida a las tierras del imperio del sol naciente. Después de un tiempo, el servicio diplomático reasignó a su padre a Londres, luego a Texas y finalmente a Nueva Orleáns.

Estos años fueron muy formativos para Alejandro Carrillo Marcor, quien siendo un muchacho tuvo la oportunidad de convivir con culturas distintas y aprender japonés e inglés, conocer comidas exóticas, parajes, música y personas distintas. En San Antonio ingresó a la Main Avenue High School, escuela donde compitió en un concurso estatal de oratoria y a pesar de que su lengua materna no era el inglés, ganó el primer premio y comenzó a hacerse de fama en México. Luego ingresó a la Universidad Tulane, en Nueva Orleáns. Si su estadía en Texas fue para darse a conocer como gran orador, su estadía en Nueva Orleáns fue para afamarse como un defensor de la soberanía mexicana, pues fundó el Centro de Estudios Latinoamericanos y la revista bilingüe Nueva Patria, ambos de corte antiimperialista.

Regresó a México y comenzó una carrera en mil y un ámbitos. Anotar todos sus logros sería una tarea laboriosa, así que en términos muy generales diremos que Carrillo Marcor fue un fundador de instituciones, maestro, periodista, sindicalista, diplomático y servidor público.

Se volvió un hombre muy cercano al presidente Lázaro Cárdenas, quien lo comisionó para viajar a Estados Unidos y explicar al gobierno de aquella nación las razones de la expropiación petrolera, cuestión que tenía enfurecidos a los gringos. También se volvió brazo derecho del líder sindical Vicente Lombardo Toledano, lo que le creó enemigos en muchas partes, pues Lombardo Toledano estaba etiquetado por muchos como un agitador comunista y poco después lo tacharon de agente soviético.

Carrillo Marcor fue diputado por el D.F. durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho (1940-1946) y ayudó en la campaña de Miguel Alemán Valdés (1946), quien le prometió lo haría secretario de Educación. Pero el nuevo presidente faltó a su promesa y le ofreció a Carrillo Marcor la secretaría general del Departamento del D.F. Lázaro Cárdenas y Lombardo Toledano se distanciaron del presidente Miguel Alemán, lo que a su vez provocó que Carrillo Marcor también se distanciara y esto le ocasionó problemas. Por si fuera poco, se ganó muchos enemigos porque como secretario general del Departamento del D.F., cerró cantinas, pulquerías y carnicerías por sus condiciones insalubres, y castigó a los empresarios de la tortilla porque aquellos escondieron su producto para que se encareciera, lo que provocó que subiera el precio pero también el hambre de las personas. Mientras siguió en el Departamento del D.F., recibió varias amenazas de muerte, las cuales siempre sospechó provenían de los empresarios de la tortilla.

En las siguientes elecciones, 1952, Carrillo Marcor abandonó las filas del PRI y se unió al Partido Popular Socialista para apoyar la candidatura presidencial de su amigo, Lombardo Toledano. Ese mismo año fue candidato del PPS al senado, se le tachó de comunista y su campaña fue boicoteada por el PRI. Según los espías políticos del gobierno, Carrillo Marcor pertenecía a los grupos comunistas “Eléctrica” y “Departamento Central”, organizaciones clandestinas con objetivos subversivos. Siguió dando clases en distintas universidades, entre ellas la UNAM (donde ayudó a conseguir la autonomía), y continuó trabajando de cerca con Lázaro Cárdenas, quien lo invitó a viajar a la Unión Soviética y a la Habana para acudir a la celebración del primer aniversario del triunfo de la Revolución Cubana.

Por estas actividades y por su cercanía con el comunismo fue etiquetado de “rojillo”, pero aun así el presidente electo en 1958, Adolfo López Mateos, lo nombró embajador en Egipto y le pidió que volviera al PRI. Además, el presidente López Mateos lo invitó a una gira de trabajo por el continente africano y después por Asia, ocasión que permitió a Carrillo Marcor regresar a Japón.

Sería interesante conocer el número de naciones que visitó a lo largo de su vida. Fueron muchas, tantas que quizás hasta él perdió la cuenta. Siempre se le vio como un hombre conocedor del mundo, por ello tanto Cárdenas como López Mateos lo invitaron a sus viajes. Por la misma razón, muchos de los trabajos de Carrillo Marcor implicaron viajes y relaciones internacionales. Cuando fue sindicalista de la CTM, esta organización lo envió a viajar por el mundo para asistir a congresos sobre derecho laboral. Cuando fue periodista, los distintos medios que lo contrataron lo enviaron a cubrir noticias a otros países. Fue parte del cuerpo diplomático, lo que conlleva trabajo en el extranjero, como por ejemplo asistir a las ceremonias de independencia de Trinidad y Tobago en 1962, o participar en la reunión del Comité Olímpico en Baden-Baden (Alemania), donde obtuvo la aprobación para que las olimpiadas de 1968 se realizaran en México.

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Fue candidato para diputado federal por el D.F. en 1964 y después candidato al senado en  1970. Sus años de congresista no le impidieron seguir con el periodismo y la enseñanza. Y para variar, por su fama de cosmopolita el Congreso le dio comisiones internacionales, viajar a otros países como representante de México o recibir dignatarios extranjeros en nuestro país.

Dejó su puesto de senador cuando el Congreso lo nombró gobernador sustituto el 25 de octubre de 1975. Llegó a Sonora después de que el gobernador en turno, Armando Biebrich, presentara su renuncia por la crisis ocasionada por los asesinatos en San Ignacio Río Muerto. Carrillo Marcor tenía años sin regresar a Sonora, así que desconocía su propia tierra y su tierra lo desconocía a él. Nadie lo conocía y los que si sabían de él por su trabajo en el senado, no tenían idea de que había nacido en Hermosillo.

A pesar de ser un amplio conocedor del mundo, ignoraba muchas cosas de Sonora cuando llegó como gobernador, lo que le complicó su relación con algunos grupos y con la prensa local. Sin embargo, era un hombre ajeno a los políticos de Sonora, razón por la que fue escogido para gobernar durante la crisis de aquel año. Además, por su pasado sindicalista y simpatías por el marxismo, Alejandro Carrillo Marcor representaba a un grupo diferente del PRI: toda su vida había sido educador, diplomático, periodista y un defensor de obreros y campesinos, no de empresarios y terratenientes (de hecho, como ya mencionamos, se enemistó con los empresarios de la tortilla). Era un hombre cercano a la gente y un promotor de la transparencia en el gobierno (algo insólito para aquellos años).

Su interinato duró tres años y nombró secretario de Gobierno al Dr. Samuel Ocaña García, quien como él había pertenecido al Partido Popular Socialista. En esos años los sonorenses descubrieron que Carrillo Marcor era un gran orador, una característica de muchos de los colaboradores de Vicente Lombardo Toledano. Samuel Ocaña lo recuerda como un crítico del gobierno estadunidense, un patriota y un hombre con un fuerte sentido de honestidad, el cual se reflejaba en su costumbre de siempre comprobar sus gastos ante la Tesorería del Estado, esto en años en donde la transparencia no figuraba para nada en la ley.

Después de terminado su interinato entregó los poderes al gobernador electo en 1979 (el Dr. Samuel Ocaña García). Regresó a la ciudad de México y continuó sus clases en la Escuela Superior de Guerra, donde impartía la cátedra “Nociones de Derecho Constitucional, Agrario y Laboral”. En noviembre de 1985 presentó su renuncia después de 53 años de docencia. Luego trabajó para la Secretaría de la Reforma Agraria y fue editor de la revista Línea (órgano de difusión del PRI).

En la década de 1980 ya sentía que la muerte estaba cerca, por lo que a los 71 años publicó sus memorias tituladas “Apuntes y testimonios”. También donó su biblioteca particular a la Biblioteca Pública Central de Hermosillo y se retiró de sus mil y una actividades. Murió en 1998 en la Ciudad de México. Como era su voluntad, su hijo trajo sus cenizas a Sonora y las esparció en el Valle del Yaqui, lugar donde ayudó a los campesinos.

La memoria de los sonorenses le debe justicia a Carrillo Marcor, pues aunque pareciera que sus tres años de gobernador sustituto pasaron sin pena ni gloria, fue un periodo en el que se dio una apertura democrática en el estado (los siguientes seis años el PAN ganó las alcaldías de Cajeme y Hermosillo), se expropiaron y repartieron tierras a los campesinos y se sentaron las bases para una mayor inversión de interés social, la cual dio frutos en las obras del sexenio entrante encabezado por su sucesor y colega Samuel Ocaña García.

Como dijimos al iniciar, Alejandro Carrillo Marcor era un hombre muy ilustrado. Cuando llegó a Sonora para gobernar no era hermosillense, no era sonorense, tampoco era japonés, inglés, texano, trinitario, egipcio, ruso, cubano, ni siquiera era mexicano, visitó todos estos lugares y más, pero no pertenecía a ninguno. Carrillo Marcor se convirtió en algo el primer día que salió de Sonora y permaneció como tal hasta el día de su muerte: un ciudadano del mundo.

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11 respuestas a “Alejandro Carrillo Marcor”

  1. Soy Manuel Antonio Carrillo… Mi bisabuelo fue Manuel Carrillo Peralta, él se radicó en Tijuana a mediado de los 1920s, hermano de Alejandro Carrillo Peralta.

    Escuchaba de mi abuelo y padre historia de su primo o tío.

    Muy interesante historia… Sin conocer con exactitud tantos datos. Gracias.

    • Vengo de una familia de Mariachi primero mi padre Juan Manuel Meza con el Mariachi los Palmeros de Benicio Brambila y después Trabajo con su hijo hasta el año 2012 cuando falleció en paz descanse.
      Marichi los Gallegos de Efraín Meza , mi hermano y compadre.
      Mi padre nos platicaba que la canción que Juan Gabriel escribió La canción Hermosillo,Sonora en agradecimiento a la gran amistad que Juan Gabriel tenia a la señora esposa del gobernador Alejandro Carrillo Marcor ( si aún día vas a ir te vas a encontrar con el paraíso, la gloria del cielo Hermosillo,Sonora) siempre terminaba mi padre diciendo “pues si Juan Gabriel llagaba a la casa del gobernador” si hubiera llegado a los calorones y a las invasiones (colonias más humildes) no hubiera escrito lo mismo.
      Siempre estoy y estaré muy orgullosa de mis origines Sonorenses pero hoy que leí la historia de este gran gobernador y muy educado.
      Mi corazón se llena de mucho más orgullo y pasión por mi tierra. Lastima que exista en el gobierno Sonorense, del País y en el mundo en general pocas personas honestas y dedicadas a su trabajo.
      Lstima

    • Marian Stein:
      Hasta donde tengo investigado en libros y archivos, Carrillo Marcor no era judío, ni tenía parentescos judios. No hay ninguna prueba que respalde eso. Tampoco me atrevería a decir que era comunista, aunque no cabe duda de que compartía ideas con el comunismo. Por último, compartir ideas con el comunismo, así como con los gobiernos emanados de la revolución mexicana, seguramente lo volvieron partidario del partido laico y combatir el fanatismo, cristiano o de cualquier otra religión. Sin embargo, nunca se distinguió por su ataque a la religión o la fe, como otros políticos de la revolución mexicana y el estado posrevolucionario. Más que en el tema religiso, Carrillo Marcor coincidía en ideologías socialistas en el tema de la pobreza y la urgencia de mejorar la condición de los trabajadores.

  2. Me toco conocer al entonces gobernador Carrillo Marcor por injerencia de mi padre, don Jesús bustamante, quien a su vez era amigo personal del dr samuel Ocaña
    Personaje muy querido en sonora,
    Ambos funcionarios de fácil y agradable palabra, amplios conocimientos, fui en representación de mis compañeros residentes del hospital infantil de sonora, a pedirle su apadrinamiento de nuestra generación de pediatras, otorrinos, traumas, cirujanos, y anestesiologos, y Neonatologos , todos pediatras
    Me recibió amablemente, me saludo y me recriminó, que hubiese sido por injerencia del dr Ocaña el que solicitara la cita con el, me dijo “joven, esta es la casa de gobierno de sonora, la casa de los sonorenses, yo soy el gobernador de los sonorenses, las puertas están abiertas a todos, no necesitan recomendacion”…me platico de un reciente viaje, me pidió que lo acompañara a una bodega alacena que había junto a la cocina de la casa de gobierno(enorme y surtida como un supermercado), mientras platicaba y sacaba un frasco de cerezas en almíbar…mi “delirio “ me comento…
    Pero las tengo prohibidas..!!

    Toma una y no digas nada ….concluyó..!!

    Se despidió de mi y me dijo tengo trabajo, ven con tus compañeros en una semana y les agendo lo de tu graduación…!!

    Le recuerdo con mucho respeto .

  3. Pobres mexicanos. Vivimos engañados siempre. Por el gobierno. Por la prensa. Por los «achichincles» y adulaadores de la mentira.
    Para el sonorense común CARRILLO MARCOR era solo un chilango comunistoide desconocedor de Sonora … Que alejada esa imagen de la realidad de un gran hombre de gran cultura y valor.

    • Tristemente así, somos una sociedad que vierte opiniones erróneas por no informarnos bien y tener poco pensamiento crítico. Para eso hay que investigar, escribir y leer historia. En fin, saludos Alfredo.

  4. Excelente personaje y excelente semblanza. Mis felicitaciones Mirinda GD. Soy Antonio Duarte, de oficio reportero. Me tocó cubrir la llegada de Carrillo a Sonora como gobernador y su desempeño los cuatro años de su ejercicio ( en realidad fueron 4 y no 3 años los que estuvo al frente). Tal vez no conocía el Estado, como se ha insistido en decir, pero lo gobernó bien, tuvo tacto y muy buen trato para todos, armonizar y animar, amén d, en efecto en todo momento, transmitir su vasta cultura. Empecé burlándome de su ajenidad a lo sonorense, y terminé admirándolo. Agrego dos pequeños apuntes: En realidad su interinato fue de 4 años, de octubre de 1975 a octubre de 1979, y, además de Samuel Ocaña tuvo otros secretarios de Gobierno: lo recibió, quien lo era con Carlos Armando Biebrich, mi paisano (Nácori Chico), Jesús Enríquez Burgos, quien permaneció en el puesto solo unos días; le siguió Raúl Encinas Alcántar, quien lo fue por dos años; Samuel Ocaña, un año, y Alfonso Molina Ruibal el último año. Saludos.

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